Betty Boop
Te me apareces viajando desde el pasado en una foto, la única foto que tengo con tu imagen, el único recuerdo palpable que me acerca más a ti, “compañera de hierros en la boca” ¿cuándo te traspapelaste entre mi vida y olvidé que estabas ahí? Sigo sin olvidar tu enorme sonrisa llena de carcajadas, tus danzas del vientre y tus interminables horas de “portera” criticona indignada con el mundo, sigo sin olvidar como hiciste de aquello algo de lo que disfrutar, cuatro casas y cinco indeseables, y yo seguía deseando ir aunque un solo día fuera y poder contarte el último pendiente que me había hecho, mi último novio o la última faena de alguna amiga – conocida… nimiedades a cual más estúpida mientras tú luchabas por poder seguir quedando conmigo, por poder seguir viendo a tus amigos, a tus padres, el amanecer de cada día, y no te acompañé en esa lucha, sólo un día, sin besos, sin abrazos (máxima esterilidad) te acompañé en tu calvario, y todavía me debes un cocodrilo de bolitas, y toda la vida lo estaré esperando y todavía te debo un ramo de girasoles y ni siquiera se todavía a dónde debo llevarlo, dos años llevo intentando decidirme a visitarte y dos años llevo negándome a hacerlo, si no te veo, no reconoceré que no volveré a verte, que no volveré a escuchar tu risa o a compartir contigo mis secretos más íntimos… porque para mí sigues aquí, no te has ido, y mientras pueda, no te dejaré marchar…